La leche materna es el alimento perfecto para los bebés. La lactancia materna se recomienda en forma exclusiva hasta el sexto mes de vida, y también después, una vez que se han introducido los alimentos sólidos complementarios. La leche materna no sólo tiene el equilibrio nutricional apropiado para su bebé, sino que contiene además factores de crecimiento, anticuerpos y otros elementos que protegen a su bebé de infecciones y de otras enfermedades durante toda su vida.
Sabemos que los bebés amamantados tienen menos enfermedades, infecciones y alergias, y un menor riesgo de obesidad en su vida en comparación con los que reciben preparados para lactantes. La leche materna es conveniente y gratuita, además de unir a la madre y al bebé de una manera única que satisface la necesidad de ambos y crea una fuerte relación de confianza.
La leche materna se recomienda como la mejor leche para todos los bebés: todos los bebés deberían ser amamantados.
"el amamantamiento exclusivo durante los seis primeros meses es la manera óptima de alimentar a los lactantes. A partir de entonces, los lactantes deben recibir alimentos complementarios y continuar amamantándose hasta los dos años de edad o más."
[OMS, 2001, Estrategias Globales para la Alimentación de Lactantes y Niños Pequeños. Resolución de la 54° Asamblea Mundial de la Salud, 9 de mayo de 2001]
Cuándo y cuánto tiempo alimentar al bebé
Se debe alentar al bebé recién nacido a tomar el pecho dentro de la media hora posterior al alumbramiento, por lo general cuando todavía está en la sala de parto. En los primeros minutos del alumbramiento, si el bebé recién nacido se pone en contacto piel a piel con el pecho de su madre y se deja sus brazos y piernas en libertad de movimientos, éste se dirigirá hacia el pezón materno, como hacen todos los mamíferos recién nacidos en pos de sobrevivir. El bebé recién nacido puede decidir succionar de inmediato o, lo que es más probable, puede desear primero mirar fijamente a los ojos de su madre. Según el tamaño de su mama o la duración del parto, su bebé recién nacido podría necesitar algo de ayuda para alcanzar su pezón. Después de atravesar algunas etapas de alerta que van desde un estado de alerta tranquila hasta el adormecimiento, su bebé recién nacido podrá caer en un sueño profundo. Al cabo de algunas horas, se despertará para su próxima comida.
Durante los primeros días, su bebé recién nacido podrá alimentarse con una frecuencia que va de una hora y media a tres horas. Esto estimulará sus mamas a producir un mayor volumen de leche. Cada vez que el bebé se despierte o muestre signos de hambre tales como hacer movimientos de succión o llevar sus manos a su boca, se lo debe poner en el pecho. Esto se llama "alimentación a demanda" o "alimentación en el momento justo". Intente poner a su bebé en su pecho antes de que empiece a llorar vigorosamente, ya que si está turbado no podrá concentrarse en el amamantamiento. Lávese bien las manos y permita que su bebé succione su dedo hasta que se calme, luego intente nuevamente que se prenda al pecho. En cada alimentación, alterne la mama con la que comienza a amamantarlo, y permita que su bebé se amamante todo el tiempo que desee en la primera mama, de manera de que pueda recibir más leche final, que es rica en calorías.
Usted puede darse cuenta de que su bebé ha terminado con la primera mama cuando el amamantamiento se hace más lento y usted ya no oye a su bebé tragar. Aunque los bebés amamantados por lo general no necesitan eructar, dé a su bebé una pequeña pausa antes de ofrecerle la segunda mama. El hecho de permitir a su bebé alimentarse de ambas mamas en cada comida ayudará a estabilizar su suministro de leche. Las madres con una gran provisión de leche por lo general no necesitan ofrecer ambas mamas en cada comida. Algunas madres que deben regresar a trabajar pronto sólo alimentan a su bebé con una mama en las primeras semanas, y extraen y congelan la leche de la otra mama para garantizar un suministro continuo de leche que un cuidador alternativo podrá dar en biberón cuando ellas vuelvan a trabajar. Esto hace que el cuerpo crea que se está amamantando a mellizos.
La capacidad de producir un buen suministro de leche depende de algunos factores, siendo los más importantes la extracción frecuente y rutinaria de leche de la mama. Usted podrá advertir un hormigueo en sus mamas y que éstas gotean leche cuando usted piensa en su bebé o lo oye llorar. Esto se llama reflejo de bajada. Usted puede favorecer el reflejo de bajada tomando suficiente líquido y durmiendo adecuadamente, reduciendo su nivel de estrés e intentando mantener un ambiente relajado. De esta manera, contribuirá a tener un amamantamiento bien establecido. En las primeras semanas, mientras usted desarrolla una relación de amamantamiento con su bebé recién nacido, pida a su pareja o a sus amigos que la ayuden con las tareas domésticas como cocinar, limpiar, lavar la ropa y hacer las diligencias. Si tiene dificultades, llame al hospital materno-infantil para obtener recomendaciones de una asesora en lactancia u otra especialista en amamantamiento, de la clínica de amamantamiento y/o de algún grupo de apoyo a madres.
Le tomará de 3 a 4 semanas estabilizarse con los patrones de alimentación y sentir que usted tiene un cierto cronograma de amamantamiento con su bebé. Este cronograma bien podría ser amamantarlo cada 2 a 4 cuatro horas. Sin embargo, todos los bebés son diferentes. Después de 3 a 4 semanas, en ciertas ocasiones podrá observar que su bebé está muy hambriento y que completa su amamantamiento en 10 minutos tragando la leche de manera sostenida. En otras ocasiones, su bebé podrá desear un amamantamiento más lento y acompañado de mimos maternos, y pretender que se prolongue durante 30 ó 40 minutos. Es este control del amamantamiento por parte del bebé el que previene la sobrealimentación observada con el uso de biberones graduados, que son un factor contribuyente al aumento excesivo de peso.
En general se acepta que un bebé necesita alrededor de ocho comidas por día para aumentar de peso adecuadamente. Si el amamantamiento se retrasa o la mama no se vacía a horarios regulares, la mama se llenará de leche y generará molestias a la madre. Esta presión en la mama enviará el mensaje de que usted no desea esta leche y reducirá las hormonas productoras de leche, disminuyendo así su producción.
Fijación o prendido del bebé
Un prendido cómodo, tanto para la madre como para el bebé, es muy importante para asegurar que su bebé obtenga la mayor cantidad de leche posible y que sus pezones no se lastimen.
Sujete a su bebé en una posición cómoda a través de su pecho, o manténgalo sentado derecho sobre su cadera, de manera que su rostro esté dirigido hacia su mama. Sujete su mama con su mano libre cuando intente que su bebé se prenda. Puede ser útil producir o masajear algo de leche materna en su pezón para que su bebé la saboree y abra su boca para prenderse adecuadamente al pezón. Cuando abra grande su boca, llévelo hacia su mama de manera rápida pero suave. No lleve su mama hacia el bebé. El mentón de su bebé debe hacer contacto en primer lugar, mientras que el labio inferior debe cubrir lo más posible la parte oscura de la mama llamada areola. El labio superior deberá hacer contacto en último lugar.
Su bebé no debe prenderse sólo del pezón, ya que esto causará incomodidad y una mala transferencia de leche.
Una vez que su bebé comience a amamantarse, usted sentirá su mama entrando y saliendo de su boca. Su bebé relajará su cabeza hacia atrás de manera que su nariz apenas toque su mama; con sus labios orientados hacia fuera, respirará más fácilmente.
Si su bebé no se ha prendido adecuadamente y esto le causa incomodidad a usted, inserte su dedo en la esquina de su boca entre las encías para romper la succión y apartarlo de su mama. Reposicione y prenda nuevamente el bebé hasta que se sienta cómoda. Pueden transcurrir algunos instantes iniciales de amamantamiento rápido hasta que usted escuche que su bebé comienza a tragar leche, tras lo cual el amamantamiento se desacelera a medida que él continúa bebiendo.
Posiciones de amamantamiento
Las siguientes son algunas posiciones útiles que usted puede probar a la hora de amamantar: posición de acunado, posición de acunado cruzado, posición de pelota de fútbol americano y posición recostada.
Posición de cuna cruzada
En esta posición, la mano sostiene el pecho del mismo lado (la mano izquierda sostiene el pecho izquierdo). Esta posición funciona bien cuando está aprendiendo a amamantar o si su bebé es pequeño. Le da un buen control de la cabeza del bebé, y lo ayuda a prenderse.
Posición de fútbol americano
Esta posición también da buenos resultados cuando está aprendiendo a amamantar o si su bebé es pequeño. También es una buena posición si usted tiene pechos grandes, pezones planos o irritados, o si ha tenido un parto por cesárea y no puede apoyar al bebé sobre su estómago.
Posición de cuna
Esta es una buena posición si usted ya se ha acostumbrado a amamantar. Acueste al bebé en su regazo, con la cabeza en el hueco de su brazo. El pecho del bebé debe estar contra su pecho, para que no necesite girar la cabeza para llegar al pezón.
Recostada de lado
Acuéstese de costado y acueste a su bebé de costado y frente a usted, con la cabeza frente a su pecho. Esta posición es ideal para el amamantamiento nocturno, ya que les permite descansar tanto a usted como a su bebé. Esta es también una buena posición si sentarse le resulta demasiado doloroso, si tiene pechos grandes o si ha tenido una cesárea.
Amamantamiento en situaciones especiales
Lactancia después de una cirugía mamaria
En la mayoría de los casos de agrandamiento mamario, no se afecta la capacidad de producir y proporcionar una cantidad suficiente de leche materna para el bebé. Sin embargo, si usted se ha hecho una reducción mamaria, es bastante probable que no sea capaz de producir suficiente leche para satisfacer las necesidades de crecimiento de su bebé. En este caso, usted debería obtener ayuda de una asesora en lactancia o de otra especialista en amamantamiento que pueda mostrarle la manera de proporcionar a su bebé un suplemento alimentario adicional a la mama.
Lactancia después de una cesárea
Después de una cesárea, no siempre es fácil encontrar una posición confortable para el amamantamiento. Algunas madres prefieren amamantar recostadas parcialmente de lado en la cama, con una almohada detrás de la espalda y otra almohada a su lado para elevar el bebé al nivel de la mama. Otras madres están más cómodas en posición sentada con una almohada dispuesta sobre su abdomen para sostener al bebé. Usted también puede usar la posición vertical de pelota de fútbol americano, en la que su bebé está sentado sobre una almohada junto a usted, sujeto por su brazo del mismo lado y de frente a su mama.
Amamantamiento de un bebé prematuro
En tanto su bebé prematuro tenga su cabeza bien apoyada, usted podrá sujetarlo a través su pecho y de frente a su mama, o sujetarlo en posición vertical de pelota de fútbol americano directamente enfrente de su mama las primeras veces que lo amamante. Los bebés prematuros intentarán lamer la leche del extremo del pezón y abrirán sus bocas igual que los bebés nacidos a término. Según el tamaño del área de su pezón, tal vez su bebé no pueda prenderse al pecho durante varias semanas hasta que crezca, pero la percepción de la calidez de la piel y del ritmo cardíaco de su madre y el sabor de la leche sobre el pezón facilitarán el proceso de prendido.
Amamantamiento de mellizos
La manera más fácil de amamantar mellizos al mismo tiempo es usar la posición de pelota de fútbol americano para ambos bebés. Utilice algunas almohadas para apoyar a cada bebé, lo que le dejará una mano libre para prender uno a la vez. Alterne las mamas para mantener un buen suministro de leche en ambas mamas en caso de que un bebé tienda a succionar más vigorosamente que el otro, hasta que los bebés decidan qué mama prefieren.
Sepa cuándo su bebé está recibiendo suficiente leche
Muchas madres lactantes temen que su bebé no esté recibiendo una cantidad suficiente de leche, especialmente en los primeros 7-10 días, cuando el bebé recién nacido suele perder parte de su peso al nacer. Los bebés pueden alimentarse más algunas veces que otras. Usted sabrá que su bebé está recibiendo suficiente leche en las dos primeras semanas si realiza al menos dos evacuaciones intestinales significativas de color amarillento por día y moja seis pañales o más por día después de que a usted le ha venido la leche.
El bebé también se mostrará satisfecho después de cada amamantamiento si se le da la oportunidad de eructar y de regresar a la mama para un "postre" después de una breve siesta. Muchos bebés se despiertan de 15 a 30 minutos después de que los acostaron porque previamente se habían quedado dormidos en la mama. Al igual que los adultos, una vez que han pasado algunos minutos después de la cena, los bebés suelen querer terminar su comida con un pequeño postre antes de echarse a dormir. Éste suele ser el momento en que amigos y parientes "con buenas intenciones" recomiendan un chupete o sugieren que la madre no tiene suficiente leche. ¡Sólo ofrézcale nuevamente la mama!
Al finalizar las dos primeras semanas, su bebé recién nacido debería haber recuperado su peso al nacer. Si su bebé está aumentando de peso y se ve contento, usted y su bebé van camino a una relación de amamantamiento bien establecida.
Estirones del bebé
Aproximadamente a las 3 semanas, 6 semanas y 10-12 semanas, puede haber días en que su bebé desee comer continuamente. Esto coincidirá con sus estirones, y la alimentación constante es la señal de que su bebé está creciendo y necesita más volumen de leche. Durante aproximadamente 48 horas, el bebé se alimentará con gran frecuencia hasta que el cuerpo de la madre responda con más volumen de leche, tras lo cual la rutina de amamantamiento volverá por lo general a la normalidad. Este no es el momento de dar a su bebé biberones adicionales con preparados para lactantes, ya que esto reducirá su provisión de leche en lugar de aumentarla, a menos que usted se extraiga permanentemente la leche.
Vitaminas adicionales para el bebé
La leche materna proporciona todas las vitaminas y minerales que su bebé necesita, a excepción de la vitamina D y posiblemente el flúor si su compañía local de agua no agrega fluoruro al agua potable. Todos los bebés amamantados necesitan un suplemento adicional de vitamina D. En función de dónde viva usted, su médico probablemente le sugerirá que dé a su bebé 400 UI de vitamina D o más por día durante el primer año, mientras usted lo esté amamantando.
Suplementación con preparados para lactantes
Las primeras semanas después del nacimiento son las más importantes para establecer su suministro de leche. Por lo tanto, intente no ofrecer a su bebé biberones adicionales durante esta época. Si su bebé no está aumentando de peso adecuadamente, pida ayuda a su médico o a su asesora en lactancia. Si en algún momento después de que el amamantamiento está bien establecido, usted desea complementarlo con un biberón ocasional o debe regresar a trabajar, ofrezca a su bebé algo de leche materna extraída para acostumbrarlo a los diferentes flujos de leche y a las diferentes maneras de succionar. Un cuidador alternativo podrá ofrecer a su bebé la leche materna extraída algunas veces por semana, de manera de preparar al bebé para cuando llegue el momento de separarse de usted.
Toma de medicamentos durante la lactancia materna
La mayor parte de los medicamentos se pueden transferir al bebé a través de la leche materna. Sin embargo, la mayoría de las medicaciones que llegan a la leche materna lo hacen en pequeñas cantidades. Esto significa que los bebés recibirán sólo fracciones mínimas del medicamento. Si usted necesita tomar un medicamento durante el período de lactancia, hable con su médico para asegurarse de que el medicamento sea compatible con el amamantamiento.
Extracción de leche materna
Es posible que usted necesite extraer leche materna por varias razones: para facilitar el prendido al suavizar la mama, para aliviar la congestión de la mama, para estimular la producción de leche, para congelar leche adicional (necesaria la hora de regresar a trabajar o de salir una noche) o para alimentar a un bebé prematuro o enfermo. La leche se puede extraer a mano presionando suave y rítmicamente la leche fuera de la mama, pero la mayor parte de las madres prefieren usar una bomba extractora de leche materna manual o eléctrica. Si no se cuenta con electricidad, una bomba manual podrá ser suficiente para uso ocasional, pero se debe practicar algunas veces para poder usarla de manera eficaz.
Si usted tiene un bebé prematuro o enfermo que necesita pasar una gran cantidad de tiempo en el hospital, o si usted está planeando extraerse una gran cantidad adicional de leche para cuando vuelva a trabajar, necesitará una bomba extractora de leche materna eléctrica doble de uso hospitalario. Estas bombas son muy eficientes para establecer y mantener un buen suministro de leche durante varios meses. El costo de una buena bomba extractora de leche materna para proporcionar la mejor nutrición para su bebé es una pequeña porción de lo que costaría alimentarlo con un preparado para lactantes en fórmula durante el primer año de vida.
Para obtener más información, sírvase consultar "Extracción de leche materna para alimentar al bebé hospitalizado".
¿Quiénes no deberían amamantar?
Las mujeres de países desarrollados que tienen el VIH o el SIDA corren el riesgo de transmitir el virus a su bebé a través del amamantamiento directo. Si la leche materna extraída es pasteurizada, se puede dar a los bebés para protegerlos de infecciones, eliminando la posibilidad de transmisión de enfermedades.
Las mujeres con tuberculosis activa no tratada deben ser separadas de su bebé durante las dos primeras semanas de tratamiento. Durante este tiempo, pueden extraer su leche materna para su bebé.
Las mujeres que desarrollan varicela inmediatamente antes o después del alumbramiento deberían ser separadas de su bebé hasta que éste haya sido inmunizado, pero se puede dar al bebé la leche materna extraída.
Las mujeres con lesiones activas de herpes en sus mamas pueden transmitir el virus del herpes a su bebé.
Los bebés con galactosemia deben recibir una alimentación libre de lactosa, razón por la cual no pueden recibir leche materna.
Las mujeres sometidas a tratamiento contra el cáncer no deben amamantar. Los fármacos que combaten el cáncer son nocivos para los bebés. Si una madre recibe fármacos contra el cáncer, su bebé no debería recibir leche materna.
Las mujeres que deben tomar ciertos medicamentos como amiodarona, cloranfenicol, litio, agentes radioactivos o tetraciclina, deben amamantar sólo bajo supervisión médica.
Para mayor información acerca de las medicaciones durante el amamantamiento, consulte a su especialista en lactancia o a su médico.
Algunas palabras para los papás
El amamantamiento es la forma que tiene la naturaleza de ofrecer el mejor comienzo posible a la vida de su bebé. El amamantamiento también ofrece una protección a largo plazo de la salud de su esposa. Amamantar no siempre es fácil si no se cuenta con apoyo y comprensión, ya que se trata de una experiencia de aprendizaje entre una madre y su bebé recién nacido. En las primeras semanas de la vida de su bebé, la mejor ayuda que usted puede ofrecer es apoyar y cuidar a su esposa mientras ella cuida de su bebé. Asimismo, los papás pueden cambiar pañales, bañar al bebé, y acurrucar y mecer al pequeño mientras la mamá duerme una siesta o toma una ducha. No olvide otras tareas domésticas como lavar la ropa, hacer la limpieza y comprar los comestibles. Cuanto más tiempo pase su esposa con su bebé recién nacido, más fácil será su transición hacia la maternidad, más rápido se establecerá el amamantamiento, y mayor será su confianza en su capacidad de cuidar a su bebé.