Los padres están programados para angustiarse por el llanto de sus bebés. Cuando su bebé llora, usted se esfuerza por satisfacer sus necesidades. El llanto de su bebé, y su respuesta a ese llanto es el primer lenguaje que comparten. Cuando su bebé se tranquiliza gracias a su respuesta al llanto, usted se siente competente. Cuando el llanto de su bebé es frecuente, intenso y difícil de calmar, es posible que usted se sienta frustrada o ansiosa. La información que se ofrece en este artículo le ayudará a entender el llanto de su bebé.
¿Qué sabemos sobre el llanto en los tres primeros meses de vida?
- Algunos bebés lloran más que otros
- Todos los bebés se quejan y lloran más durante la tarde o al anochecer
- La mayoría de los bebés lloran más durante los primeros tres meses de vida que en las etapas más avanzadas de desarrollo
- Muchos estudios han mostrado que durante los primeros tres meses de vida el llanto del bebé sigue un patrón de desarrollo. Este patrón se conoce como la curva del llanto. El llanto comienza a aumentar a las dos o tres semanas de edad, alcanza un pico entre las seis y ocho semanas, y disminuye gradualmente hasta las 12 semanas. Algunos otros estudios han mostrado diferentes picos de llanto, pero todos los estudios coinciden en que la mayor cantidad de llanto se da en los tres primeros meses de vida
- Gran parte del llanto en los primeros tres meses de vida no tiene explicación: comienza y termina sin previo aviso, y es posible que no responda al consuelo ni al alimento
¿Significan cosas diferentes los distintos llantos?
Existen opiniones un tanto divergentes entre los científicos respecto de si los diferentes tipos de llanto temprano tienen diferentes significados. De todos modos, se está llegando a un consenso en cuanto a que el llanto de los bebés es una señal gradual. El tono o la intensidad elevada indican un mayor grado de angustia, pero no su causa precisa.
No obstante, usted advertirá que en general logra adivinar correctamente las necesidades de su bebé según sea el sonido del llanto. Alrededor del tercer mes de vida el llanto pasa a ser mucho más interactivo, y su bebé utilizará diferentes tipos de llanto para comunicar diferentes cosas. Este cambio coincide con el desarrollo de las aptitudes sociales del bebé. A continuación se dan algunas directrices generales sobre los tipos de llanto:
Hambre
El llanto de hambre de su bebé puede empezar lenta y suavemente, pero va aumentando en volumen hasta volverse fuerte y rítmico. A menos que haya alimentado recientemente a su bebé y esté segura de que comió lo suficiente, trate de alimentarlo.
Dolor
El típico llanto de dolor es de tono agudo, tenso, duro, disonante, macado, corto y fuerte.
Irritabilidad
Cuando el bebé está molesto, puede llorar de manera moderada e intermitente. Gran parte de los bebés tienen su “momento de queja”, normalmente hacia el anochecer. El sonido del llanto de queja difiere del llanto de hambre pero, al igual que éste, puede aumentar en volumen. Algunas de las razones para este tipo de llanto pueden ser:
- Su bebé quiere que lo tengan en brazos. Esta técnica normalmente es efectiva para tranquilizar al bebé. Los bebés recién nacidos acaban de salir de un espacio reducido, y es posible que les resulten aterradores los espacios abiertos de la cuna
- Lo está molestando el pañal mojado o sucio
- Su bebé está cansado. Algunas veces los bebés se sienten frustrados cuando no logran dormirse
- Su bebé recibe una cantidad excesiva o insuficiente de estimulación. Use el contexto para decidir si debe reducir o aumentar la interacción, o las fuentes de estímulo ambientales, tales como la música o la luz
Recuerde que, como se señaló anteriormente, el llanto irritado puede carecer de explicación durante los tres primeros meses de vida, y puede comenzar o detenerse independientemente de lo que haga un padre.
Llanto anormal
El llanto muy agudo y persistente, hasta tres veces más agudo que un llanto normal de bebé, o en algunos casos el llanto persistente de tono grave, pueden estar asociados con enfermedades graves o crónicas. Este tipo de llanto es notablemente diferente de cualquier otro llanto normal de bebé, y no se lo debe confundir con el llanto excesivo que a menudo se identifica como cólico.